Las crisis de asma son episodios de empeoramiento repentino o progresivo de los síntomas: aumento de tos, pitos, dificultad para respirar (con hundimiento o no de los espacios entre las costillas, el esternón y las clavículas), peor tolerancia al ejercicio y disminución de su FEM (si usa medidor de pico-flujo).
Ante esta situación es recomendable:
- Estar tranquilos.
- Iniciar, en el domicilio y lo más pronto posible, la toma de medicación indicada por el médico. Nunca esperar a ver si los síntomas pasan.
- Esperar la respuesta a la medicación en una hora.
- Si no hay mejoría o si la hay inicialmente pero vuelve a recaer debe acudir al médico de urgencia.Adaptado de: Fernández Carazo, C.. Proceso asistencial integrado de atención al asma infantil de Andalucía, 2003.
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