jueves, 11 de noviembre de 2010

Asma y clima


Continuamos con el tema del asma tomando en cuenta, por una parte el momento de cambio estacional en el que nos encontramos y, por otra, la necesidad de prevenir las crisis asmáticas y sus consecuencias en los niños (as), especialmente por el repunte que estas tienen cuando comienza el frío.

Hay que mencionar que, aunque los desencadenantes más frecuentes de las crisis de asma en los niños (as) son las alergias, los catarros, los ambientes irritantes (tabaco, ambientes cargados) y el ejercicio físico, hay otros factores que pueden actuar de igual modo y, sin embargo, tienden a pasar desapercibidos: los factores climáticos (Ej: temperatura, humedad, niebla, viento, tormentas). Conocer la relación entre estos factores y los cuadros asmáticos puede ayudar a disminuir el riesgo de aparición de las crisis.

Durante el invierno el aire que respiramos es más frío, los niños (as) se acatarran más, hay más infecciones respiratorias y se reagudizan los cuadros asmáticos e incrementan las crisis.

Los bronquios de los niños (as) asmáticos están inflamados y son más sensibles a las variaciones en la temperatura y la humedad del aire, por eso, al respirar aire frío ya sea seco o muy húmedo o estar expuestos a cambios muy rápidos en la temperatura o la humedad (Ej: salir bruscamente a la calle) pueden actuar como desencadenantes importantes del cierre bronquial y por tanto de una crisis de asma.

Por otra parte, el uso excesivo de la calefacción durante el invierno hace que el aire tenga una menor humedad relativa (ambientes más secos) y que se incremente la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de las viviendas y, los bronquios sensibles a los cambios de temperatura reaccionaran con mayor sensibilidad cuanto mayor sea esta diferencia. Por ello, los cuadros asmáticos se descontrolan con más facilidad durante el invierno.

En cuanto a la relación entre la niebla y el asma, no se sabe si es la niebla la que actúa como desencadenante del cierre bronquial o son las partículas que van suspendidas en la misma; o si el efecto es debido a la mayor humedad ambiental que suele acompañar a la niebla, lo cierto es que cuando hay niebla los cuadros asmáticos aumentan en los servicios de urgencias.

Otros fenómenos meteorológicos importantes para los niños (as) asmáticos y polínicos (alérgicos al polen) son los vientos y las tormentas. En estas condiciones se produce un aumento en la concentración de polen en el aire por encima de los niveles tolerados y se desencadena la aparición de síntomas de inflamación bronquial.

Estas sugerencias pueden ser de utilidad para prevenir situaciones de riesgo, controlar mejor el asma y conseguir una mayor calidad de vida para todos los niños (as).

RECUERDE:

Los niños (as) que padecen asma van conociendo y entendiendo, poco a poco, su enfermedad. Para ayudarles en este proceso se ha creado una página web (http://www.airosocuidadeti.com/) donde hay juegos interactivos e información descargable para los padres y los cuidadores que les puede servir de guía en el cuidado de estos niños (as).

Sin embargo, su médico es quien mejor puede dar respuesta a todas sus preguntas y aclarar todas sus dudas acerca del asma de su hijo (a), consúltelo.

Adaptado de artículo escrito por el Dr. Santiago Lapeña López de Armentia. Unidad de Alergia Infantil. Servicio de Pediatría. Hospital de León.

(http://www.airosocuidadeti.com/).

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