viernes, 19 de noviembre de 2010

La escuela para padres como parte de los programas de orientación familiar

La orientación familiar se define como el conjunto de técnicas encaminadas a fortalecer las capacidades evidentes y las latentes que tienen como objetivo el fortalecimiento de los vínculos que unen a los miembros de un mismo sistema familiar, con el fin de que resulten sanos, eficaces y capaces de estimular el progreso personal de sus miembros y todo el contexto emocional que los acoge. (Ríos, G. 1994).

La orientación familiar puede llevarse a cabo en dos contextos: terapéutico, en este caso se refiere más a sesiones de terapia familiar, y también puede desarrollarse en contextos educativos. En este último caso las técnicas que se utilizan son básicamente formativas, puesto que a este nivel, la orientación familiar tiene unos objetivos educativos. Destacan las escuelas para padres y el asesoramiento familiar.

Escuela para padres.

La formación de padres se desarrollo cuando la psicología en el siglo XIX comenzó a ser consciente da la potencialidad que tienen los primeros años del desarrollo del niño. Pestalozzi, pedagogo suizo reformador de la pedagogía tradicional, recibió el título de Padre de la formación de padres, a comienzos del siglo XIX. En el siglo XX, existían programas concretos de educación familiar. Ya en los años sesenta se comienzan a considerar que los padres son aliados importantes en el proceso educativo de los hijos y comienza el desarrollo de los programas de intervención en la infancia.

En los años 80 aparece el término de dificultades de alto riesgo para el desarrollo, y con él los programas específicos de prevención de malos tratos, abandono, retraso mental... que incluían la participación de los padres. Actualmente existen una gran variedad de métodos y programas y en todos se reconoce el rol fundamental de la familia en el desarrollo del niño. Las Escuelas para Padres ofrecen un adecuado apoyo a los adultos para crear un clima de crianza adecuada.

Los objetivos de las escuelas para padres se centran en la relevancia de capacitar para:
  • Suministrar cuidados y protección básicos en el aspecto físico.
  • Creación de una vida familiar sana.
  • Gestión adecuada del comportamiento intrafamiliar.
  • Desarrollo de una sensibilidad coherente, racional y efectiva de los padres hacia las necesidades sociales y emocionales del niño.
  • Organización de las actividades del niño y sus necesidades educativas.
  • Empleo de los recursos de la comunidad y el contexto educativo.
Una línea importante dentro de la Escuelas para padres es el entrenamiento, que incluye la preparación para actuar en situaciones familiares especiales, resolución de conflictos y control del comportamiento. Este enfoque se centra en que los padres permitan conocer estrategias conductuales para modificar las interacciones con sus hijos para fomentar la conducta prosocial y disminuir la conducta desviada. (M. Prieto, 1993).

Los objetivos generales del entrenamiento son lograr que los padres tengan ciertas capacidades para modificar conductas, y como, consecuencia, lograr cambios en su propia conducta.

Las escuelas para padres enriquecen la práctica educativa, son un espacio de participación que mediante el trabajo colectivo trata de dar respuesta a los cambios que se dan en el desarrollo infantil y a un nuevo paradigma de crianza.

Enlaces de interés: Escuela Virtual de Padres.

Fuentes: Brunet Gutierrez, J.J; Negro Failda, J.L (1998) ¿Cómo organizar una escuela para padres? 1 y 2. Ediciones San Pío X, Madrid.
Cagigal, V,(2002) Técnicas de Orientación familiar. Facultad de Psicología. USC





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