miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cuando llega el frío: la claves es la prevención

Continuando con la serie de artículos orientados a la prevención de las enfermedades respiratorias que afectan a los más pequeños sobre todo en esta época de cambios estacionales marcados, hacemos referencia a un artículo publicado en el diario “La voz de Galicia” (12-11-2010) y derivado de la Agencia de Noticias EFE según el cual “la mitad de los niños de 2 años que van a la guardería cogen gripe”.

Según los datos de la sexta oleada del gripómetro, instrumento de medición del Grupo de Estudio de la Gripe (CEG) el 50% de los niños menores de 2 años que van a la guardería cogen gripe. El Dr. Ramón Cisterna director del CEG asegura que la cifra de menores contagiados es tan elevada porque “los niños son la principal fuente de transmisión del virus de la gripe, tanto en el domicilio como en la comunidad”, así como, probablemente, también son los responsables del “mantenimiento” de la enfermedad.

El gripómetro indica que el virus afecta al 35% de los preescolares, al 30% de los escolares y al 15% de los adultos. Con lo cual es imprescindible la puesta en práctica de todas las medidas de prevención posibles.

Algunos artículos publicados con anterioridad en este blog hacen referencia a las medidas de prevención, especialmente relacionadas con los niños (as) asmáticos, pues si bien, la gripe estacional afecta a toda la población, los niños (as) con hiperreactividad bronquial están expuestos a mayores riesgos cuando llega el frío y las gripes.

En relación a la efectividad de las medidas de prevención para el control de la enfermedad los expertos parecen no haber llegado a conclusiones unánimes.

El Dr. Ramón Cisterna director del CEG (Grupo de Estudio de la Gripe) señala que dados los datos aportados por el gripómetro y los estudios epidemiológicos, la vacunación es una medida necesaria en la población infantil. Sin embargo, los estudios existentes muestran controversia acerca de los beneficios de la vacuna antigripal por lo que la decisión de vacunar o no debe ser valorada, en cada caso, por el pediatra tratante.

De lo que parece no caber duda, con respecto a la prevención del asma, es de la importancia del control ambiental, sobre todo en esta época, ya que los niños (as), debido al frío, permanecen más tiempo en espacios cerrados y por tanto más expuestos a factores de riesgo (alérgenos). A esto se suma, una mayor exposición a los cambios bruscos de temperatura y humedad, por la diferencia en estos elementos entre los ambientes cerrados (uso de calefacción) y los espacios abiertos (calle).

Lo cierto y para finalizar es que debe ser el médico tratante, de acuerdo a las particularidades de cada caso, quién establezca el plan individual y personal de tratamiento, control y prevención de los síntomas asmáticos. Así mismo, es importante recordar que la efectividad de dicho plan (control de la enfermedad y calidad de vida de los niños) dependerá, en gran medida de la rigurosidad con que padres y maestros lo cumplan.

Para ampliar información:

La Voz de Galicia



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