lunes, 19 de julio de 2010

Habilidades motoras básicas proyección/recepción



1. Lanzar (proyección):

El desarrollo de esta habilidad ha sido muy estudiado durante décadas. La forma, precisión, distancia y la velocidad en el momento de soltar el objeto se han empleado como criterios para evaluar la capacidad de lanzamiento de los niños (a).

Ante diversidad de lanzamientos y ante la imposibilidad de explicar todos brevemente se citarán las clases de lanzamientos que podemos observar: lanzamientos que emplean los niños nada más adquirir la habilidad y difícilmente clasificables en otras formas de lanzamiento, lanzamiento por encima del hombro, lanzamiento lateral, lanzamiento de atrás a delante.

Los niños (as) de 2 y 3 años lanzan empleando, exclusivamente, un movimiento de los dos brazos en el eje anteroposterior, lo cual viene a ser un balanceo del brazo hacia delante y abajo, manteniendo los pies quietos.

A partir de los 3 años y medio y hasta aproximadamente los 5 años de edad ya ejercen un movimiento rotatorio sobre el plano horizontal, por ello, en movimiento preparatorio para lanzar se produce una rotación hacia un lado del cuerpo y un balanceo del brazo hacia un lado y hacia atrás. Al igual que en el primer estadio los pies no varían su posición.

Entre los 5 y 6 años de edad, a todo lo anterior, los niños (as) añaden un paso adelante con el pie del mismo lado que el brazo lanzador. Los movimientos para empezar a lanzar son parecidos a los del estadio anterior, en este momento los pies están juntos y comienza el movimiento del brazo que se balancea hacia un lado, arriba y atrás, y en el momento que se inicia el lanzamiento el niño (a) da un paso adelante; al desplazar el peso hacia delante añade fuerza al lanzamiento. Por el contrario al usar el pie del mismo lado que el brazo ejecutor limita la acción coordinada de movimientos y por tanto el lanzamiento adquiere el mismo ritmo extraño que en estadios anteriores.

A partir de los 6 años y medio de edad, aparece la forma madura o experta de efectuar un lanzamiento (patrón motor maduro).


2. Coger o Atrapar (recepción):

Coger o atrapar, como habilidad básica, supone el uso de una o ambas manos y/o de otras partes del cuerpo para parar y controlar una pelota u objeto aéreo. El modelo de la forma madura de esta habilidad es la recepción con las manos. Cuando se emplean otras partes del cuerpo junto con las manos, la acción se convierte en una forma de parar y no coger o atrapar.

El dominio de la habilidad se desarrolla a ritmo lento en comparación con otras habilidades porque necesita de la sincronización de las propias acciones con las acciones del móvil, exigiendo unos ajustes perceptivo-motores complejos. Los brazos han de perder la rigidez de las primeras edades (2 a 3 años), para hacerse más flexibles, localizándose junto al cuerpo (4 años). Hacia los 5 años la mayoría, al menos el cincuenta por ciento, de los niños están capacitados para recepcionar al vuelo una pelota.

A la hora de desarrollar esta habilidad es necesario tener en cuenta aspectos importantes como el tamaño y la velocidad del móvil.

La primera experiencia que tiene un niño (a) a la hora de recoger un balón, es aquella en la que la pelota viene rodando lentamente y el niño(a) la espera sentado con las piernas abiertas, con lo cual el niño sólo tiene que pararla. A partir de aquí el movimiento mejora en cuanto a la percepción espacio − temporal y el niño (a) es capaz de enfrentarse a tareas más complejas. El siguiente paso para alcanzar esta habilidad es difícil y lento, consiste en controlar una pelota que viene por el aire y el niño (a) debe realizar movimientos concretos para cogerlas. Cuando un niño (a) de 2 años no reacciona ante una pelota que le va al pecho, sino que deja que le golpee y después la persigue, suele ser necesario decirle como debe colocar los brazos para atraparla (recepcionarla).

En general las habilidades motoras de coger o atrapar pasan por los siguientes estadios:

1. El niño (a) coloca los brazos estirados frente a él y las manos con las palmas hacia arriba o hacia dentro. En el momento del contacto pelota − cuerpo los codos se flexionan y los brazos y manos tratan de agarrar la bola apretándola contra el pecho.

2. El niño (a) coloca los brazos estirados frente a él y las manos con las palmas hacia arriba o hacia dentro, flexionando ligeramente los codos. Cuando ve la pelota los brazos se mueven trazando un círculo de abajo a arriba que terminan apretando el balón contra el pecho.

3. En esta etapa, los brazos ya están ligeramente flexionados y extendidos hacia delante a la altura de los hombros. Muchos niños (as) reciben la pelota con los brazos doblados a la altura del codo usando el pecho como primer punto de contacto o utilizando las manos y como no logran sostener la pelota, la llevan al pecho.

4. El niño (a) espera la pelota con los codos flexionados y los brazos por delante del plano frontal. Los receptores expertos mantienen los codos a los lados y flexionan los brazos al tiempo que los adelantan para recibir la pelota, ésta es recogida con las manos y no toca ninguna otra parte del cuerpo.

5. En esta etapa, los movimientos son iguales a los del estadio anterior pero además el niño (a) varia su posición estática para recepcionar mejor la pelota.

6. Patrón maduro: las manos se adelantan a una posición en línea con la trayectoria esperada de la pelota antes de que se produzca el contacto, actuando a la vez para atrapar y controlar la pelota, echándose hacia atrás después del contacto inicial, teniendo tiempo de cerrarse sobre la bola y ejercer la fuerza suficiente para pararla - atraparla.)

3. Golpear:

Golpear es la acción de balancear los brazos y dar a un objeto. Las habilidades de golpear se llevan a cabo en diversos planos y muy distintas circunstancias: por encima del hombro, laterales, de atrás adelante, con la mano, con la cabeza, con el pie, con un bate, con una raqueta, con un palo de golf o de hockey.

El éxito del golpe dependerá del tamaño, peso, adaptación a la mano del objeto que golpea y de las características del móvil a golpear y, además, estará condicionado por la posición del cuerpo y sus miembros antes y durante la fase de golpeo.

4. Dar patadas a un balón:

Dar una patada a un balón es una forma única de golpear, en la que se usa el pie para dar fuerza a una pelota. La habilidad requiere el equilibrio sobre un apoyo, necesario para dejar una pierna liberada para golpear. Ésta habilidad mejora cuando el niño progresa en la participación de las extremidades superiores, el balanceo de la pierna de golpeo y el equilibrio sobre el apoyo.

2 comentarios:

  1. Hola Karím
    Las referencias puedes encontrarlas en este enlace
    http://blogatenciontemprana.blogspot.com.es/2010/07/habilidades-motoras-basicas-referencias.html

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