RECOMENDACIONES PARA PADRES
Las relaciones entre padres e hijos son únicas e intensas.
Por lo general, las familias son felices cuando padres e hijos saben relacionarse y comunicarse de manera afectuosa y positiva, cuando los padres se sienten capaces de ayudar a que sus hijos se comporten bien, y cuando los hijos pueden expresar sus emociones y tener una conducta adecuada. Pero, cuando los padres no saben cómo manejar la conducta de sus hijos de manera eficaz surgen grandes dificultades.
La conducta oposicionista y desafiante es frecuente entre los niños de cualquier edad, incluso en la adolescencia. Sin embargo, este tipo de comportamiento solo constituye un problema cuando interfiere en el funcionamiento general diario en la casa y en la escuela, con los compañeros o con otros adultos. En estos casos, los niños y jóvenes son considerados “Problemas de Conducta” y por tanto remitidos a especialistas de salud mental.
La mala conducta en niños suele estar relacionada con ambientes familiares de mucha tensión o conflictos de vida. Al mismo tiempo, los niños con problemas de comportamiento también pueden afectar negativamente la salud emocional de sus padres.
La existencia de estos problemas en la niñez tiene una marcada relación con futuras dificultades psicológicas, sociales y ocupacionales, así como con la delincuencia. Tomando en cuenta estos efectos a largo plazo, la intervención temprana es muy importante.
La conducta oposicionista y desafiante es frecuente entre los niños de cualquier edad, incluso en la adolescencia. Sin embargo, este tipo de comportamiento solo constituye un problema cuando interfiere en el funcionamiento general diario en la casa y en la escuela, con los compañeros o con otros adultos. En estos casos, los niños y jóvenes son considerados “Problemas de Conducta” y por tanto remitidos a especialistas de salud mental.
La mala conducta en niños suele estar relacionada con ambientes familiares de mucha tensión o conflictos de vida. Al mismo tiempo, los niños con problemas de comportamiento también pueden afectar negativamente la salud emocional de sus padres.
La existencia de estos problemas en la niñez tiene una marcada relación con futuras dificultades psicológicas, sociales y ocupacionales, así como con la delincuencia. Tomando en cuenta estos efectos a largo plazo, la intervención temprana es muy importante.
¿QUÉ
PODEMOS HACER COMO PADRES?
Es fundamental y necesario que los padres tengan una buena relación con sus hijos, eso les permitirá sentirse seguros e incrementar su habilidad para manejar su conducta y ayudarlos a aprender a controlar sus emociones. A continuación, encontrarás algunos consejos que te ayudarán a mejorar la relación con tu hijo.
- Pasa tiempo con tu hijo a diario compartiendo actividades divertidas, por ejemplo: jugando con los juguetes y/o leyendo.
- Presta atención a las conductas positivas de tu hijo describiendo lo que está haciendo y elogiando sus actos cada vez que sea posible.
- En caso de niños mayores, comparte una actividad que ellos hayan elegido y habla con ellos.
- Escucha lo que dice tu hijo con atención, sin corregir ni criticar.
- Elogia a tu hijo a menudo cada vez que muestre conductas adecuadas. Se concreto. Puedes elogiar a tu hijo diciendo cosas como: